jueves, 28 de agosto de 2014

PARA SABER QUIENES SOMOS 3

GAUCHOS

Curiosa la evolución del significado de la palabra gaucho. Empezó como una palabra despectiva y generalmente se reforzaba sn sentido con el aditamento de un calificativo: gaucho pícaro, gaucho ladrón, gaucha malo... Después la palabra simbolizó todo un arquetipo humano Y hasta se convirtió en raíz de algo que significa camaradería, solidaridad: gauchada. Pero aún hoy, en las provincias del noroeste, la palabra gaucho es reticente; y decir de una mujer que es una gaucha, una gauchona, indica torpeza, chabacanería.
Esta ambigüedad semántica no es más que un reflejo de la ambigüedad esencial del personaje conocido como "gaucho".No se sabe el origen de esta voz: unos dicen que viene de guacao; otros, que de gauderio. lo único cierto es que la palabreja parece ser oriunda de Montevideo y su campaña, hacia la mitad del siglo XVIII. Pero es que el gaucho mismo era un personaje indefinible.

Desde luego era un habitante de la pampa. Pero, ¿era un habitante arraigado, en un lugar fijo? Parece que no. El gaucho seria el especialista en ciertas labores camperas muy rudas y en consecuencia iría alquilando sus habilidades en diferentes estancias, al ritmo de las exigencias cíclicas rurales. De ahí su carácter itinerante, el romanticismo de su figura -siempre yendo y viniendo-, su vocación por la libertad, su individualismo, su carencia de patrones.

Para otros el origen del gaucho reside en la ilegitimidad de las uniones entre españoles e indias. De aquí su carácter marginal, su resentimiento, su conducción flotante entre el habitante urbano y los indios que estaban al otro lado de la frontera.

Sea como fuere, el gancho es un actor real ya desde comienzos del siglo XVII. Y aun antes: la expedición de Cevallos contra la Colonia del Sacramento es acompañada por gauchos y cantada en lenguaje gauchesco. Pero ser actor no quiere decir ser protagonista. Y lo cierto es que el gaucho, como sector, no maneja ningún proceso. Siempre será carne de cañón. En una sola oportunidad se convierte en animador de un hecho histórico: cuando la Revolución de los Restauradores, un episodio que pertenece casi a la picaresca política. Antes y después, el gaucho, el paisanaje, será simplemente el espectador pasivo de acontecimientos que hacen a su destino, pero en los cuales su incidencia es nula. Solamente en dos regiones del antiguo virreinato el paisanaje tendrá una actitud de participación en la guerra de la Independencia: en la Banda oriental, donde Artigas convierte a cada gaucho en un soldado centra los portugueses; y en Salta, donde Güemes hace que cada gaucho sea un soldado contra los españoles. Pero Artigas y Güemes hacen este milagro sin presiones ni compulsiones. Los gauchos salteñas y las gauchos orientales pelearán porque sienten como una convicción individual la necesidad de la pelea. En otros paisajes y en otros momentos históricos los gauchos pelearán también en Mendosa, formando el Ejército de los Andes; en la guerra con el Brasil; en la guerra contra el indio, pero lo harán parque son obligados a ello.

Por eso, terminado el proceso de la Independencia y las guerras civiles, el final lógico del gaucho es el que describe el Martin Fierro. Si el gaucho Fierro fue primero arreado a los atrios para votar por el gobierno, después será arreado a los cantones para luchar contra el indio. Y terminará como peón de estancia, una vez que el campo quedó alambrado y su destreza campera dejó de ser "una junción" para convertirse en un oficio.

Claro que el gaucho está terminado; es inútil que intenten resucitarlo en concierto a anacrónicos propósitos nacionalistas. Pero también este ejemplar ecuestre, misterioso, de origen ignorado y destino final desdichado, ha dejado algunos imponderables que forman parte del ser nacional. Hay un cierto fatalismo que era propio del gaucho y se ha transmitido -muchas veces careado de contenidos negativos- al espíritu de la comunidad ; fatalismo que lleva a ser escéptico, a descreer en las soluciones que la propia comunidad puede ir elaborando, a desconfiar de los gobiernos y resistir sordamente a toda autoridad partiendo de la tácita base de ver en toda autoridad una injusticia. También viene de ese origen la lealtad a los personalismos que foman parte indisoluble de nuestra historia política: cuando un paisano decía que era "hombre de Fulano" para indicar su filiación política, estaba dándose una categoría, pero, ante todo, mostraba una lealtad individual. Cuando murió Adolfo Alsina, uno de sus guardaespaldas se suicidó: no podía soportar la ausencia de su jefe. Esta lealtad, cuyas manifestaciones patológicas lindan con una homosexualidad larvada, ha sido descripta magníficamente por Samuel Eichelbaum en Un Guapo del 900 y forma una larga corriente en nuestra historia. Pero para entenderla hay que entender primero lo que es y significa un caudillo.

Los hombres que hicieron el País a partir de 1860 creían que el caudillismo, el personalismo, era una excrecencia enfermiza de nuestra política Y atribuían este déficit a la herencia hispánica. No comprendían que el caudillo -"el sindicato del gaucho", como diría Arturo Jauretch- era ante todo el representante del paisano, su voz cantante, el vocero de lo que el paisanaje no podía decir. Aunque en los hechos no fuera así, esaoera la que el caudillo parecía ser. Y esto bastaba. Cuando el socialismo apareció en el espectro político argentino, sus dirigentes se jactaron de despreciar a la "Política criolla". Y dentro de la política criolla incluían al caudillismo: los socialistas querían una política aséptica, impersonal, desinfectada. No advertían que el caudillo, estuviera en el partido que estuviera, era una de las pocas defensas que tenía el ciudadano, es decir, el descendiente del gaucho o del inmigrante.

Pero no fueron solamente estos elementos espirituales los que constituyeran la herencia del gaucha. Hubo una cultura marginal construida laboriosamente por el gaucho: modos de hablar, tradiciones, artesanías, formas de vida y de juego, competencias, indumentarias, especies musicales trasvasadas de España pero que adquirieran, en el mareo de la Pampa, una cadencia intransferible. Todo eso pasó también en cuanto creación auténtica; pero en la medida que su recuerdo -o su estilización- subsista, hay un aporte que enriquece toda una vertiente del alma nacional. Y aunque pocas casas resulten tan desagradables como el falso gauchismo o la explotación que suele hacerse de la tradición campera, lo cierto es que basta asomarse al rostro rural de la Argentina para advertir que los elementos sobrevivientes san reales, nobles, incluso para resistir su comercialización. Porque un Festival de Doma y Guitarra puede reunir a miles de personas para ver jinetear a unos profesionales; pero bajo la aptitud venal de esos paisanos late una cultura verdadera, forjada en un auténtico nivel popular.

Como en tantos otros casos, lo argentino está formado, también en este plano particular, por cosas muy bastardas y cosas muy respetables...

TEXTO DEL HISTORIADOR ARGENTINO FELIX LUNA.

Julio Cortázar (1914-1984)

“Todo cuento perdurable es como la semilla donde está durmiendo el árbol gigantesco. Ese árbol crecerá entre nosotros, dará su sombra en nuestra memoria”.

Julio Cortázar (1914-1984), escritor argentino
"Yo era un pequeño monstruo literario a una edad muy temprana" pero a la vez "En la escritura aún me siento un aficionado". En esta entrevista, donde se festeja su falta de solemnidad, Cortázar habla de su trayectoria como escritor.

El goce de los celos

Luciano Lutereau (*)
En psicoanálisis se distinguen distintos tipos de celos. Por un lado, cabe considerar los celos que Freud llama “de competencia”, cuyo fundamento suele ser algún duelo, esto es, la pérdida de un objeto de amor, asociado a la herida narcisista que implica esta última. En resumidas cuentas, el yo no acepta dejar de ser amado. Y el trasfondo de esta dificultad radica en una posición infantil referida al complejo de Edipo y el complejo fraterno: el rival actual encarna la figura del hermano (real o imaginario) que, en la infancia, habría desplazado al yo respecto del amor exclusivo de la madre. Una inferencia puede desprenderse de esta actitud: el otro ocupaba entonces un lugar específico para el deseo, vale decir, la madre respecto de la cual el sujeto se ubicaba como objeto. Por lo tanto, este duelo actualiza una posición que remite a la demanda de ser amado de la cual todo neurótico debería aprender a deshacerse (o, al menos, no padecer) en un análisis.

Ahora bien, una segunda inflexión del planteo freudiano es de particular importancia en la descripción de los celos: “En el hombre, además del dolor por la mujer amada y el odio hacia los rivales, adquiere eficacia de refuerzo también un duelo por el hombre al que se ama inconscientemente y un odio hacia la mujer como rival frente a aquel”.
En este punto, podría pensarse que Freud está introduciendo el paradigma de la homosexualidad latente (que, a su vez, sería el centro de la noción de los celos paranoicos); no obstante, ese “duelo por un hombre” cuyo correlato es la rivalidad con la mujer implica (como afirma a continuación) “trasladarse inconscientemente a la posición de la mujer infiel”, es decir, suponer un goce de la mujer al que el hombre quisiera acceder (y lo hace, a través de la fantasía de cómo goza ella).
Esta ardiente suposición está siempre presente en las expresiones con que se comunican los celos: “No puedo dejar de hacerme la cabeza”, “Seguro que ella debe estar gozando mientras...”. De este modo, los celos ofrecen una segunda coordenada, además del enquistamiento en la demanda narcisista: un interés en un goce supuesto, y con una consistencia plena y atormentadora para el celoso.
Asimismo, esta indicación autoriza a plantear la pregunta por los celos en las mujeres, ya que en la afirmación anterior Freud afirma la cuestión para los hombres. No obstante, antes que plantear la cuestión en términos de “género”, podría decirse que Freud deslinda una forma de interrogar el goce que se le supone a La Mujer (cuya existencia se fantasea) desde la perspectiva fálica, esto es, un goce que no estaría afectado por la castración; por lo tanto, no sería extraño (y, de hecho no lo es, especialmente en la histeria, que organiza su sufrimiento en función de la Otra) encontrar mujeres que también fantaseen con el goce de las amantes de sus parejas.
Por último, debería reconocerse que los celos histerizan al hombre, más allá de todas las infatuaciones de un hombre celoso. Por eso, suele ocurrir que esta posición no produzca efectos de seducción en una mujer. Como respuesta a su deseo celoso, un hombre podría intentar celar a una mujer y pavonearse con otra mujer frente a su amada. ¿Por qué en estos casos los efectos suelen ser más bien estrepitosos? Ocurre que el recurso a una posición de objeto es una actitud que en el hombre siempre se asocia con alguna ridiculez, dado que desde este punto de vista el hombre se disputa con la mujer el lugar de causa del deseo (como si ser deseado fuera lo mismo que causar un deseo).
Producir celos puede ser una estrategia de seducción femenina, mientras que para el hombre es un fracaso anticipado.
(*) Psicoanalista. Lic. en Psicología y Filosofía por la UBA. Magíster en Psicoanálisis por la misma Universidad, donde trabaja como docente e investigador. Es también profesor Adjunto de Psicopatología en Uces. Autor de varias publicaciones, entre ellas libros: “Celos y envidia. Dos pasiones del ser hablante” (2013) y “La verdad del amo” (2014).

viernes, 22 de agosto de 2014

Síndrome de acumulación compulsiva

Un desorden psiquiátrico que ha sido recientemente incluido en el DSM-5. Su característica principal es la imposibilidad de deshacerse de posesiones.

DEL SITIO http://www.intramed.net/




Autor: David Mataix-Cols, Ph.D. Fuente: N Engl J Med 2014; 370:2023-2030 DOI: 10.1056/NEJMcp1313051 Hoarding Disorder
Viñeta clínica
Una mujer físicamente sana de 53 años de edad es derivada al servicio de salud mental para iniciar un tratamiento por depresión y ansiedad. Durante el interrogatorio relata que ha estado viviendo en el sótano de su edificio, que sale a comer a restaurantes y que se baña en la ducha de su gimnasio. Su departamento se encuentra lleno de ropa, revistas, libros, valijas y cajas y no tiene espacio libre. El solo pensamiento sobre deshacerse de alguna de esas cosas le genera ansiedad y la pone nerviosa. Desde que tiene memoria ha sido difícil para ella deshacerse de objetos. ¿Cómo debería ser tratada y evaluada esta paciente?
El problema clínico:

El  síndrome de acumulación es un desorden psiquiátrico que ha sido recientemente incluido en el DSM-5. Su característica principal es la imposibilidad de deshacerse de posesiones. ( Tabla 1).

Los objetos que más frecuentemente se acumulan son diarios, ropa vieja, bolsas, libros y papeles de trabajo. Para el diagnóstico no es una condición que los elementos que se acumulen sean de poco valor, también puede ocurrir con objetos de mucho valor.

Las personas con este trastorno atribuyen su incapacidad de desprenderse de las cosas a su utilidad, a su valor estético, al  valor sentimental, porque no desean generar basura o por una combinación de todos estos factores.

Uno de los criterios diagnósticos es la presencia de angustia ante la idea de desprenderse de los objetos acumulados. El resultado es una acumulación desorganizada de posesiones que comprometen el espacio del lugar donde se vive, impidiendo su permanencia en ese lugar. Esta situación genera angustia y compromete el área social, laboral u otras importantes esferas de las relaciones  del paciente, incluyendo la seguridad del ambiente.

Estos pacientes no pueden dormir en su cama, sentarse en su living o cocinar en su cocina (fig1). A veces el desorden llega más allá de la casa del individuo y se utilizan otros espacios como  el auto, los patios o jardines,  la oficina laboral y las casas de familiares. En los casos severos este trastorno puede poner en riesgo la salud debido al peligro de incendios, caídas y por las condiciones sanitarias precarias. También se encuentra aumentado el riesgo de muerte por incendio o por quedar atrapado en una “avalancha de desorden”.

Bajo estas condiciones disminuye la calidad de vida del individuo y se presentan inconvenientes en las relaciones familiares. A veces también se ve comprometida la seguridad de los vecinos.

En los casos en que el paciente no tiene conciencia de la enfermedad puede no haber angustia.

Las dificultades pueden ocurrir con los contactos cercanos o vecinos, o cuando se necesita la ayuda de terceros para eliminar posesiones siempre lo que genera  tensión y conflictos.
Puntos clave:

Síndrome de acumulación:

- Este síndrome recientemente ha sido incluido en el DSM5, se caracteriza por una dificultad para desprenderse de las posesiones lo que resulta en la acumulación de desorden y objetos en ambientes de la vivienda, angustia e impedimento funcional que no es atribuible otras condiciones neurológicas o mentales.

- La mayoría de los individuos con este síndrome adquieren objetos que no necesitan en forma excesiva o para las cuales no tienen lugar.

- Muchos de los pacientes  no tienen conciencia de enfermedad y se niegan a recibir tratamiento.

- El diagnóstico se realiza a través de la entrevista psicopatológica de ser posible en la casa de la persona para evaluar el desorden y la acumulación.

- La terapia cognitivo conductual es la intervención con mayor evidencia para su tratamiento.

Condiciones coexistentes:

Un 75% de los afectados también tienen un trastorno del humor o ansiedad. Es frecuente la presencia de síntomas de déficit de atención  e hiperactividad, especialmente la falta de atención. Estos síntomas coexistentes son la principal causa de la consulta médica  y contribuyen a la incapacidad de una persona con trastorno de acaparamiento. Los ancianos tienen un peor estado general de salud comparado con otros individuos de su misma edad.

Prevalencia e historia natural:

Según encuestas la prevalencia entre adultos es de 2 a 6% y del 2% en adolescentes. En un estudio epidemiológico  que utilizó entrevistas psiquiátricas dentro de las casas y los criterios del DSM-5 la prevalencia fue de 1,5% tanto en hombres como en mujeres.

Es una enfermedad de curso crónico y progresivo. Los síntomas generalmente comienzan en la adolescencia y aumentan su severidad con el paso de los años. A los 20 años afectan su funcionamiento diario y a los 30 años causan un impedimento clínico significativo.

Factores de riesgo:


Se desconoce su causa, pero se cree que puede heredarse.

Estudios realizados en gemelos sugieren que en adultos, un 50 % es atribuible a factores genéticos  y el resto a factores ambientales no compartidos. No pudieron ser replicados genes específicos que se vinculen a la enfermedad. En forma retrospectiva, muchos afectados  informan sobre eventos traumáticos y estresantes de su vida que preceden al inicio o a las exacerbaciones del trastorno. Aun no se sabe si estos factores pueden estar relacionados. La evidencia actual no indica que la falta o privación de objetos durante la niñez pueda ser un factor predisponente.

Estrategia y evidencia:

Evaluación:


El diagnostico se realiza en una entrevista con el paciente evaluando la presencia de los criterios de la enfermedad.

El síntoma inicial puede no ser la acumulación de objetos por lo cual el medico clínico debe realizar preguntas directas como: 

• ¿tiene dificultad para tirar a la basura cosas?
• ¿Tiene muchas cosas que ocupan los ambientes principales de su casa?
• Una respuesta afirmativa puede iniciar un diálogo que puede concluir en un diagnóstico.

Se puede realizar una visita domiciliaria para evaluar el desorden y sus riesgos asociados. Si no es posible, se debe intentar conseguir información al respecto por parte de los familiares. Esto es particularmente importante en aquellos pacientes que no tienen conciencia de enfermedad ya que pueden desestimar la magnitud de las consecuencias de este trastorno.

Los familiares pueden informar sobre la participación de terceros para realizar limpiezas, sobre la duración de este comportamiento y sobre los posibles riesgos que requieren atención. También pueden ser útiles las fotografías para documentar la presencia de un desorden significativo y para evaluar resultados del tratamiento. Las fotografías no deben sustituir a la entrevista psicopatológica.

La persona que cumple con los criterios de síndrome de acumulación compulsiva luego puede ser categorizada según otras características o “especificadores” ver tabla 1. 

Una de las características es si la persona se dedica a la adquisición excesiva; esto puede implicar tomar elementos gratuitos, comprar en exceso o menos frecuentemente robar objetos que no son necesarios o para los cuales no tiene espacio. Un 80 a un 90% de las personas que padecen este trastorno tienen esta característica. Se angustian si no pueden adquirir estos objetos o si se les advierte sobre no adquirirlos.

Otra característica es la medida en  que la persona reconoce que las creencias y los comportamientos son problemáticos. El paciente que no tiene conciencia de la enfermedad se niega a buscar ayuda.
Tabla 1. DSM -5 Criterios diagnósticos ⃰

Criterios †

- Dificultad persistente para descartar bienes, independientemente de su valor real.

- Esta dificultad se debe tanto a una necesidad percibida por guardar los elementos y por la angustia ante la idea de deshacerse de ellos.

- La dificultad de descartar posesiones resulta en su acumulación, congestionan y desordenan  áreas y comprometen sustancialmente su uso previsto. Si los ambientes están ordenados, es sólo a causa de las intervenciones de terceros (por ejemplo , familiares, personal de limpieza, o de las autoridades )

-La acumulación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas sociales , ocupacionales u otras importantes del funcionamiento ( incluido el mantenimiento de un ambiente seguro para sí mismo y terceros )

-El síndrome no es atribuible a otra condición médica (por ejemplo , daño cerebral, enfermedad cerebrovascular, o el síndrome de Prader - Willi )

- La acumulación no es atribuible a los síntomas de otro trastorno mental (por ejemplo, las obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo , disminución de la energía en el trastorno depresivo mayor , delirios en la esquizofrenia u otro trastorno psicótico , déficits cognitivos en el trastorno neurocognitivo principal o intereses restringidos en el trastorno del espectro autista)

Especificadores:

Acumulación excesiva:
Indique cuando la dificultad para desprenderse de objetos se acompaña de una excesiva adquisición de elementos que no son necesarios o para los cuales no hay espacio.

Conciencia de la enfermedad:


Indique cuando la conducta y creencia acumuladora se caracteriza por uno de los siguientes:

- Conciencia de la enfermedad: la persona reconoce que tiene un problema

- Poca conciencia de la enfermedad: la persona cree que estas conductas y creencias no son problemáticas a pesar de la presencia de evidencia que pruebe lo contrario.

- Sin conciencia de la enfermedad: la persona está convencida que su comportamiento sea un problema a pesar de la presencia de evidencia que pruebe lo contrario.
Diagnóstico diferencial:

Debe descartarse la presencia de enfermedad neurológica (por ejemplo, tumor cerebral o lesión cerebral) o psiquiátrica (trastorno del espectro autista o demencia) para establecer el diagnóstico.

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) merece una consideración aparte debido a que en el DSM-4 se consideraba que el síndrome de acumulación compulsiva era un síntoma de este. En algunas oportunidades puede ser una consecuencia de los síntomas típicos del obsesivo compulsivo (por ejemplo miedo a la contaminación, daño o sentimientos de vacío). Ambos trastornos pueden diagnosticarse en simultáneo cuando aparece la acumulación severa junto con otros síntomas típicos del TOC, pero los síntomas de uno son independientes del otro.

Algunos de los afectados viven en condiciones precarias e insalubres como resultado de la acumulación masiva y los espacios se encuentran llenos de elementos (el acaparamiento en espacios impide una correcta limpieza).
La mayoría de las personas que viven con un grado severo de miseria doméstica (en donde hay basura, alimentos podridos o excrementos) cumplen los criterios para otros trastornos orgánicos o mentales (por ejemplo demencia, psicosis o TOC) y en consecuencia no califican para el diagnóstico de trastorno por acumulación.

Esta enfermedad debe diferenciarse de los coleccionistas. Coleccionar es una actividad común, benigna y placentera y es sencillo diferenciarla (tabla 2). La mayoría de los niños y hasta un 30% de los adultos comparten este hobby. Los coleccionistas adquieren objetos de su interés, sienten apego por los mismos y no quieren deshacerse de estos, pero no presentan el desorden y la desorganización ni la angustia o los impedimentos funcionales como ocurre con las personas afectadas por el trastorno de acumulación.

Al contrario de la acumulación, el proceso que realiza el coleccionista está bien estructurado, planeado, es muy selectivo, placentero y es un pasatiempo social.

Es poco probable que los coleccionistas, inclusive aquellos considerados excéntricos cumplan los criterios para síndrome de acumulación compulsiva.

Evaluación del riesgo:

La entrevista de diagnóstico proporciona una oportunidad  para llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos. Debe ponerse atención en los posibles detonantes para un incendio, riesgo de avalancha de objetos, la presencia de roedores o insectos y las condiciones sanitarias insalubres que pueden poner en riesgo la salud. Además, es importante establecer si los convivientes pueden estar en riesgo, especialmente niños y adultos.

Manejo

Este trastorno ha sido reconocido recientemente como una enfermedad independiente y no existen aún estudios clínicos a gran escala para guiar su manejo.

Actualmente, la intervención con mayor evidencia es el tratamiento psicológico cognitivo conductual.

Este tratamiento abarca educación sobre acumular cosas, establecimiento de metas, técnicas motivacionales, entrenamiento en organización y toma de decisiones, prácticas sobre clasificación y descarte de objetos, prácticas para evitar la adquisición y técnicas cognitivas diseñadas para alterar las creencias disfuncionales sobre la importancia de la posesión.

Los beneficios de la terapia cognitivo conductual fueron descriptos primero en pequeñas series de casos y estudios piloto no controlados. En un reciente estudio controlado 46 pacientes fueron asignados en forma aleatoria a recibir terapia cognitivo conductual (con una duración mayor a 25 semanas, sesiones individuales de 60 minutos y visitas domiciliarias durante 9 a 12 meses) o a permanecer en un lista de espera.

Luego de 12 semanas se les ofreció terapia cognitivo conductual a los pacientes en la lista de espera. Luego de la semana 26 se realizó una evaluación de todos los pacientes tratados. El 71% de los pacientes (29 de los 41 que iniciaron tratamiento) mostraron mejoras. Los beneficios de la terapia se mantuvieron durante más de 1 años. El 62% de los pacientes que completaron el estudio mejoraron su condición (23 de 37 pacientes)

Se han probado otros métodos cognitivos conductuales de intervención (por ejemplo: terapia grupal, entrega de materiales de autoayuda, terapia de apoyo por pares, terapia basada en internet) en pequeños grupos, no controlados o listas de espera controladas y los resultados indican que su eficacia es similar a la terapia cara a cara.

Dos estudios controlados realizados con individuos mayores de 65 años mostraron mayores tasas de abandono y menores tasas de respuesta al tratamiento en este grupo etario en comparación con individuos más jóvenes. Estos datos sugieren que los pacientes mayores pueden ser más difíciles de tratar.

Los resultados de un estudio piloto no controlado realizado con individuos mayores sugirió un mayor beneficio por parte de las terapias que incluyen técnicas de rehabilitación cognitiva (función ejecutiva y tarjetas de memoria) y resaltaron la importancia de la terapia de exposición dirigida a deshacerse de objetos y no adquirir posesiones. En este estudio 8 de 11 participantes mejoraron sus síntomas.

Existe información limitada sobre el uso de ISRS en estos pacientes. La evidencia sugiere que aquellos ISRS que han demostrado eficacia en pacientes con TOC sin trastorno por acumulación serían parcialmente efectivos en pacientes con TOC que tienen síntomas del trastorno. De todas maneras no se dispone de la información sobre cuántos de los pacientes evaluados cumplían con los criterios del DSM5 para trastorno por acumulación.

En un estudio abierto de Paroxetina, los pacientes con trastorno por acumulación registraron una mejora similar a la de los pacientes con TOC sin los síntomas del trastorno por acumulación.

Son necesarios más estudios doble ciego controlados con placebo de ISRS y otras drogas para el trastorno por acumulación primario.

Mario Benedetti: Sin putas ni poetas.

Mario Benedetti: Sin putas ni poetas.

de http://entrepuertasyescaleras.blogspot.com.ar/ 

Se nos fueron las palabras y sus pasos de baile con sus ecos y tonos que nos hacían reflejarnos en el espejo de vernos buenos y queredores.

Se nos fue el marino de aquel club de putas que recitaba en alemán, nos quedamos sin sus sueños salmodiados de antillano, nos quedamos sin su alma grande que reventaba tácticas yestrategias.

Y así estamos, puestos a guardar a la inaguardable debajo de nuestra gabardina de exhibicionistas con más miedo al helor del abandono que pudor a la vergüenza de lo callado; así estamos, mirando nuestro fondo de armario rebuscando el último amigo, el único mito, que nos abrace mientras dura el camino.
Así estamos, sin putas ni poetas.

Desde mis tiempos de instituto Mario Benedetti ha sido mi compañero. De repente este mundo se está quedando vacío de todos a los que conocí. Quizás es que estas calles que veo al pasar ya no sean las del que yo habité, por algún callejón de Praga desemboqué en éste que ya no sé muy bien qué es.

Intentaré andar sin pisar mi sombra, no sea que los del nuevo mundo me descubran y me echen de él.

Además del poeta, una de las cosas que me acompañaron más en el antiguo mundo fue la película “El lado oscuro del corazón”, de Eliseo Subiela. En una memorable escena aparece el poeta recitando un poema. Antes de eso Dario Grandinetti recita en off uno de los poemas de Benedetti que siempre conservé en mi armario: “No te salves”. Desgraciadamente nunca, ni en el mundo antiguo ni en el nuevo, encontré a nadie que no se salvara y siguiera vivo. Ni siquiera yo. En la siguiente escena asistimos a la declaración de amor más bonita (y más inútil) de la que he tenido conocimiento en mi antigua vida.
En el mundo antiguo los versos de Benedetti servían para querer, el el mundo nuevo igual ya sólo sirven para leer sin querer.


Tactica y estrategia

SOY MUJER, ES MI LIBERTAD. ANA MARÍA MANCEDA

Soy mujer, intelectual, con estudios universitarios. 



Soy de la generación  que tenía a la familia como el centro de la sociedad, ella era el átomo del tejido social. 

Viví mi vida como quise, por elección. He tenido maravillosos resultados para mi espíritu.  

¿Pero de qué libertad me hablan? Somos de la generación que lleva la casa, trabaja en su profesión, aporta en la economía del hogar, ayudamos a nuestros padres, a nuestros hijos y daríamos la vida por ellos. Esto sería maravilloso si no cupieran tantas 
diferencias. Existen mujeres que nunca trabajaron  fuera de su hogar (sabemos que en el hogar se trabaja sin descanso y sin ningún sueldo). Existen las otras que priorizan sus vidas profesionales, luego el hogar, al fin el divorcio ¿Y los hijos? ¿Y el hombre dónde está? ¿Dónde está el camino que nos lleve a una sociedad justa, con inclusión social, con hogares relativamente armónicos? Es muy difícil la respuesta. Pero creo que mientras las mujeres estemos solo preocupadas por  los “los pilates” , los “ spas”, las “cirugías” y los hombres buscando “sus caretas” más adecuadas para aparentar una edad que  no puede ganarle a la biología y un matrimonio que busque  un “country” para demostrar ante el mundo que “valen algo” no tendremos hijos protegidos ni ciudadanos positivos que  construyan una sociedad que por lo visto va camino al abismo. Amo mi libertad pero sé que está atada a pequeñas renuncias de mi “ego” y por sobre todo al amor que siento por los míos. ¿Conservadora, estúpida, vieja? No me importa. Es lo que pienso. Es mi libertad.***soy mujer

martes, 19 de agosto de 2014

Prevenirse del deterioro cognitivo

Prevenirse del deterioro cognitivo


Trucos para cuidar la mente


PUBLICACIÓN DE http://www.intramed.net

Demasiadas veces se relaciona la madurez con la pérdida de facultades mentales.

Pero especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por qué ser así.

FRANCESC MIRALLES

Las pruebas de coeficiente intelectual que comparan el rendimiento de mayores y jóvenes suelen dar una puntuación más alta a estos últimos por una simple cuestión de entrenamiento: los estudiantes están más habituados a resolver pruebas de este tipo que los que dejaron la escuela o la universidad hace varias décadas.

Sí es cierto que un cerebro joven tiende a resolver los ejercicios con más rapidez que uno adulto. Pero eso no es necesariamente negativo, ya que la lentitud está motivada por una experiencia que ha enseñado a la persona a filtrar más posibilidades antes de llegar a una respuesta.

A partir de cierta edad, sin embargo, un cerebro apelmazado por una actividad sedentaria, con muchas horas frente al televisor, empieza a ralentizarse y a tener problemas de memoria. Así como a los pacientes con una larga hospitalización les cuesta volver a caminar, porque han perdido tono muscular, también las facultades intelectuales requieren un entrenamiento diario. Para lograrlo, vamos a cuidar de nuestro centro de operaciones con un plan de antiaging

Las monjas de Mankato

“Una mente perezosa es el taller del diablo” (Proverbios)



En su manual Tu cerebro más joven, Tony Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado Mankato. Desde hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.
Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.

El profesor David Snowdon, de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana. Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.

Estudiosos del cerebro humano han demostrado que la red neuronal del cerebro nunca es la misma, ya que, dependiendo de nuestra actividad, fortalecemos unas conexiones a la vez que debilitamos otras. Cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.
Ésa es la buena noticia: puesto que el buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia gris con retos y estímulos de calidad.

La regla de las 10.000 horas

“Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” (Pablo Picasso)

En un libro del que se ha hablado mucho recientemente, Fueras de serie, Malcolm Gladwell postula la regla de las 10.000 horas. Según las estadísticas recogidas por el autor, es el tiempo que necesita aplicarse a una misma actividad cualquier persona para alcanzar la maestría.

Contrariamente a lo que se cree, el cerebro de un genio no es diferente del de alguien común y corriente, tal como se comprobó en la disección del de Einstein. Todos tenemos más talento para unas disciplinas que para otras, pero lo que distingue a la persona brillante del resto son esas 10.000 horas que ha dedicado a una misma cosa, sea el violín, la informática o la gestión de un negocio.

Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro. Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.

Es el caso del ajedrecista que, en los primeros compases de la partida, mueve sus piezas sin tener que cavilar. O el de un pianista de nivel que interpreta una compleja partitura mientras habla con alguien. Su esfuerzo y constancia les han procurado un seguro de vida para sus facultades intelectuales, que operan incluso sin que intervenga la conciencia.

Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida con la edad fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago, sigue manteniendo a los 87 años una más que envidiable actividad literaria.

Su secreto tiene dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión.

Las 7 claves de un cerebro joven

“Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados” (André Maurois)
Como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a cualquier edad. Según el divulgador William Speed, hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:

1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias antiaging, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejora el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.
3. Aprender siempre. Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.
4. Mantener la calma. Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington, asegura que el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria. En especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.
5. Dormir suficiente. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir bien”. La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.
7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas– para los que una persona joven no está preparada.

Juegos para el cerebro    
“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar” (Oliver Wendell Holmes).
En las farmacias se venden sofisticados complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante, y las tiendas de productos naturales recomiendan ginseng para la vitalidad y gingko biloba para reforzar la memoria. Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en que el juego es el protector número uno de las facultades mentales. La terapeuta Amber Hensley aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.
• Puzzles, mecanos y otros juegos de construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
Para los que se aburren con esta clase de pasatiempos, aprender un idioma es una excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos cerebrales, ya que implica ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y sintetizar reglas gramaticales.
Por supuesto, dos actividades como leer y escribir también resultan una gimnasia mental de primer orden, al igual que aprender a tocar algún instrumento musical.
Una actitud optimista será el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos. Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que pasamos en el mundo es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida. Como reza un proverbio irlandés, “nunca lamentes que te estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este privilegio”.    
      
Para mantener la mente fresca    
1. Libros
– ‘Tu cerebro más joven’, Tony Buzan (Urano).
– ‘Fueras de serie’, Malcolm Gladwell (Taurus).
2. Películas
– ‘Ahora o nunca’, Rob Reiner (Warner Home).
– ‘Space cowboys’, Clint Eastwood (Warner Home).
3. Discos
– ‘At my age’, Nick Lowe (Proper Records).
– ‘Buena Vista Social Club’, Ry Coder (World Circuit).    
“La única forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de jugar. Independientemente de la edad, debemos vivir como si estuviéramos poniendo a prueba el mundo, es decir, seguir siendo niños. Cuando observamos a grandes artistas como Matisse, Picasso o Miró, entendemos que en esencia continuaron haciendo lo mismo que en su infancia: jugar, divertirse, ponerse nuevos retos. Mantener la ilusión cada día y no renunciar a los valores de la infancia es el elixir de la juventud. También para el cerebro, pues en cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la batalla. Por eso es bueno que los abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar. Los niños son nuestros mejores maestros” (Gerard Rosés, pintor).

LOS CAMINOS DE LA VIDA

LOS CAMINOS DE LA VIDA


(VICENTICO)


Los caminos de la vida,
no son los que yo esperaba,
no son los que yo creía,
no son los que imaginaba

Los caminos de la vida,
son muy difíciles de andarlos,
difíciles de caminarlos,
y no encuentro la salida.

Yo
pensaba que la vida era distinta

cuando era chiquitito yo creía
que las cosas eran fácil como ayer
que mi madre preocupada se esmeraba
por darme todo lo que necesitaba
y me doy cuenta que tanto así no es

porque a mi madre la veo cansada
de trabajar por mi hermano y por mi
y ahora con ganas quisiera ayudarla
y por ella la peleo hasta el fin
por ella luchare hasta que me muera
y por ella no me quiero morir
tampoco que se me muera mi vieja
pero yo se que el destino es así


Los caminos de la vida,
no son los que yo esperaba,
no son los que yo creía,
no son los que imaginaba

Los caminos de la vida,
son muy difíciles de andarlos,
difíciles de caminarlos,
y no encuentro la salida.

"VINAGRE Y ROSAS"

"VINAGRE Y ROSAS"


Uno escribe siempre la misma canción,
sobre un niño con cara de viejo,
que se atreve a volar bajo el cielo marrón
que agoniza detrás del espejo.

Uno inventa siempre la misma canción
del poeta borracho y su musa,
del teclado mellado del acordeón,
del pecado mortal sin excusa.

Uno canta siempre la misma canción
otra noche en el bar de la esquina,
cerca de la estación donde duerme un vagón
cuando el tiempo amenaza rutina.

Uno rumia siempre la misma canción
como un perro ladrando a la luna,
con la misma trompeta y el mismo trombón
de mariachi que estuvo en la tuna.

Uno acaba nunca la misma canción
bajo un cielo huérfano de estrellas,
luego llega la hora de alzarse el telón
y uno vuelve a Málaga la bella.

Poema: Dedicado a Málaga, Gira “Vinagre y Rosas”
Año: 2009 (22 de diciembre de 2009, Martín Carpena)
Letra: Joaquín Sabina

VIAJE POR MI TIERRA.

VIAJE POR MI TIERRA.

Viajo…Voy...regreso cuando el río me llueve
y mi reloj de arena se detiene para dejar caer
sin tiempo, oro polvoriento del universo.

¿Hacia el norte olvidado de mi tierra?
¿Hacia el sur de la ignominia?
Viajo, vuelvo por este pedazo de planeta
desgajado. Recorro suspiros verdes de siembra
y ensueños de industria que fue.

Debajo de mi viaje, siento, con los pies desnudos
de esperanzas, que me va sosteniendo la riqueza
de este suelo.
Me electrizan los fósiles y la historia hurga mi cuerpo,
hasta el cerebro.
Me abanican los bosques, me sombrean
los sierras y la pampa provoca mi vuelo.

Quieta…quieta arena del cosmos.
Quieta, detente. Mira por un rato a los humanos
allí en la selva, la pampa, las sierras, la cordillera,
las ciudades. Allí, allá¡ No!¡ Tanta inequidad, olvido,
brutalidad, silencios! ¡ No!

Tengo la luna, el sol y las constelaciones
de mi hemisferio.
Veo los desiertos que avanzan
y nacer asombrosa una flor blanca
olorosa de vida en un cactus solitario e enhiesto.
Tengo el perfume de los tilos, las alas de los pájaros,
los cerezos en flor, los ñires, las lengas, los raulí helados
en la nieve apenas suspendida
y los naranjos calientes de los cerros.

Amado pedazo de planeta desgajado
viajo con una nota, sonrisa imperceptible
viajo con los recuerdo, los pies ligeros
las lágrimas perezosas.
Quiero tocar las estrellas en la pleamar
y adormecerme sumisa en la bajamar.
Hay palabras, ricas, tramposas, ilusionadas
que siembran mi boca en este largo, loco viaje.
Una esperanza impulsa mi cuerpo y me siento guiada
por la brújula besada por los vientos.

Viajo. Voy, regreso cuando el río me llueve
y mi reloj de arena se detiene para dejar caer
sin tiempo, oro polvoriento del universo.***

Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama

AUTOR: ANA MARÍA MANCEDA


NACIONALIDAD: ARGENTINA (lOCALIDAD: SAN MARTÍN DE LOS ANDES,
NEUQUÉN, PATAGONIA ARGENTINA)

Estudió Ecología en la Universidad Nacional de La Plata. Docente. Seleccionada con Mención de Honor y primeros premios para diversas antologías por certámenes convocados a nivel nacional e internacional en poesía y narrativa. En Octubre 2008 recibe 1º Premio en Certamen Internacional “ARTES Y LETRAS 2008”por su obra “ DERRUMBE”. Editorial Novelarte.Córdoba.Argentina). Integrante de REMES ( Red mundial de escritores en español) de SEA ( Sociedad Escritores de Argentina); DE POETAS DEL MUNDO y de WORLD POETS SOCIETY .Participa en diversas revistas literarias por internet: Letralia; Isla negra ;Ciudad de mujeres; Azularte; Archivos del Sur;PolsegueraFundación Azara (Ecología);Con Voz Propia ;Revista Remolinos; Revista Almiar; Herederos del Caos ( San Francisco California); Literaturismena; (España);poesía. es.; Como el Rayo; Revista Perito (Alicante España);Revista Camagua; Revista Poeta; Revista El Margen; En sentido Figurado.(México);Revista Myrtos(Córdoba, Andalucía));Revista Papirolas ;Inmigración, Arte y Cultura( Bs.As.); Espacio latino. Uruguay; Grupo Arcadia; Revista Literaria Baquiana. Miami ; Revista “PALABRAS DIVERSAS” España; Estación Poeta